La primera batalla

LA PRIMERA BATALLA(siglo XV a. C.)

Podemos hablar de la primera documentada existiendo una relación histórica detallada.

Esta batalla tuvo lugar un 9 de Mayo de 1457 a.C y fué bautizada con el nombre de Batalla de Megido y supuso la victoria de Tutmosis III ( sexto faraón de la dinastía es el sexto faraón de la dinastía XVIII de Egipto; gobernó de c. 1479 a 1425 a. C. llegando a ser uno de los monarcas más importantes y poderosos ) derrotando a una coalición cananea comandada por el rey de Kadesh, que por consecuencia fueron obligados a retirarse de la ciudad de Megido donde fueron asediados y vencidos dejando atrás cientos de vidas y el sabor a derrota.

El motivo de dicha batalla tuvo como objetivo dirimir la soberanía sobre Retenu que era el nombre egipcio de la actual región de Palestina y Siria, que se extendía desde desde el norte del desierto de Néguev hasta el río Orontes siendo uno de Los Nueve Arcos, los enemigos tradicionales de Egipto. La fecha de comienzo o desarrollo de la batalla es el 16 de Abril de 1457 C aunque algunos autores la han situado en el 1482 a.C, siendo una batalla dura y sangrienta.

Una vez restablecido la dominación egipcia en Canaán, Tutmosis III comenzó su reinado donde alcanzó su mayor esplendor, rodeado de hazañas increíbles y comportamientos rozando la divinidad haciendo que la expansión de su reinado fuera aún mayor.
Conocemos los detalles de aquel suceso principalmente a las escrituras jeroglíficas del templo de Amón en Karnak, Tebas (actual Luxor) hechas por el escriba militar Tjaneni; donde se detallan el primer recuento de bajas, y la utilización del arco compuesto. También se encuentran referencias en la estela de Gebel Barkal, en una estela del templo de Ptah de Karnak y en una estela de Armant.

¿POR QUÉ EN MEGEO?

La historia nos señala que la victoria de Tutmosis III se debe en gran parte al gran ejército que tenía casi unos 10.000 hombres y del gran arsenal de carros de guerra que poseían.

Comenzaron la marcha por aquel camino tan bien planeado que tiempo atrás habían definido paso a paso. Siguieron el camino de Horus, llegando diez días después a la ciudad leal de Gaza, descansando y llenándose de provisiones para proseguir su camino a Yemen donde llegaron tras otros once días. En su plan figuraba el seguir hacia el norte, pasando Monte Carmelo, encontrándose detrás la cuidad de Megido donde se encontraban reunidas las fuerzas alzadas. Esta ruta no la escogieron al azar, haciendo posible el camino por tres rutas diferentes, anulando peligros como la división del ejercito, asedios imprevistos y calculando la tardanza de los mismos eligieron a pesar de la negativa de casi todos los líderes de su ejército, tomaron una ruta en la que el camino era el más estrecho pero más corto que les llevaría hasta Megido.

Era una cuidad perfecta para su gran asalto donde tras varias estrategias militares, desplegando hombres de noche para que el ataque les pillara por sorpresa a sus enemigos haciéndoles retirarse de la ciudad cerrando las puertas ante su reciente derrota.
Los egipcios durante siete meses se restablecieron y organizaron el la ciudad de Megido, no sin antes saquear todos los asentamientos enemigos, no dejando en ellos nada que sirviera y haciendo el recuento de todo lo obtenido en la batalla.
340 prisioneros vivos y 83 manos. 2.041 yeguas, 191 potros, 6 sementales. Un carro trabajado en oro, su vara de oro, de este vil enemigo; un hermoso carro trabajado en oro del príncipe de Megido, 892 carros de su miserable ejército; en total, 924 carros. Una hermosa armadura de bronce perteneciente al príncipe de Megido, 200 armaduras de su vil ejército, 502 arcos, 7 varas de madera del enemigo, trabajadas en plata. Además 1.929 cabezas de ganado grandes, 2.000 de ganado pequeño, 20.500 ovejas.
Sheila Gutiérrez y Miguel Linares.

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